21 de marzo de 2010

LA "COMUNICACIÓN" DESDE LAS UNIVERSIDADES MEXICANAS

De acuerdo con el ranking de "Las Mejores Universidades 2010" que publica el periódico Reforma, en lo referente a la carrera de COMUNICACIÓN: la Universidad Panamericana se lleva el número 1, con calificación de 9.75; le sigue la UNAM-CU, con 8.65, y la Iberoamericana, con 8.62 ( vía @REFORMACOM en Twitter, acceso libre http://bit.ly/akcGca )




Aquí el texto de mi admirado  y ex-jefe René Delgado sobre la carrera de Comunicación publicado en el suplemento de Reforma.

René Delgado / Carrera infinita
Universitarios. Opinión. Análisis. Comunicación
(21 marzo 2010).- La carrera de Comunicación tiene una enorme virtud, nunca termina. Si el egresado de la licenciatura es un verdadero profesional, deberá reconocer que optó por un oficio que exige, día a día, estar dispuesto a aprender algo.
En la esencia de la comunicación está la información y la divulgación. Entonces, lidiar con la información demanda estar siempre alerta, dispuesto a descubrir que aun en lo ordinario siempre hay algo distinto, por no decir, algo extraordinario. Lidiar, además, con la divulgación de la información demanda estar siempre dispuesto a explorar todos y cada uno de los recursos que el desarrollo de las tecnologías ofrecen para transmitir información de mil y un maneras.
El profesional de la comunicación tiene en su oficio una enorme recompensa: si cuenta con pasión y disciplina, disfrutará enormidades sus estudios porque en el afán de comunicar tendrá invariablemente que seguir estudiando para mantenerse al día, decidido a recorrer los más variados senderos para encontrar la información que busca y, luego, los senderos para divulgarla. Por si ello fuera poco, deberá encarar con júbilo el desafío de manejar conceptos aparentemente encontrados oportunidad y profundidad, continente y contenido, signo y símbolo, forma y fondo, texto y contexto para tocar con información a quienes desea comunicar cosas.
Hay, en esto, una herramienta que el comunicador debe cuidar con esmero: la escritura (y no está demás decirlo). La escritura va aparejada de la lectura. Escribir y escribir, reconocer y apreciar las palabras que expresan con sencillez y precisión lo que se quiere decir, supone leer y leer y, entonces, no queda más que escribir y leer para mantener bien lubricada esa herramienta.
El comunicador (parafraseando al payaso de la novela del escritor alemán Heinrich Böll) tendrá un beneficio: nunca tendrá tiempo libre, en la medida que nunca tendrá tiempo esclavo. Tendrá un sólo tiempo porque, al reconocer al oficio como una forma de vida, reconocerá que el trabajo es deber y placer, es realización plena. A diferencia de otros oficios, la comunicación integra al profesional de ella, nunca lo desintegra y lo mantiene, valga el aparente absurdo, vivo en vida.

Es director editorial de REFORMA. Periodista desde 1978, especializado en asuntos políticos y conflictos armados. Su columna "Sobreaviso" data de 1989. Es autor de La oposición: debate por la Nación y de la novela El Rescate.




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