5 de octubre de 2011

EN CIERTOS MOMENTOS...



Qué ardua se vuelve la vida cuando uno se sienta a reflexionarla.Lo cierto es que llegan momentos en los que no tienes otra salida. La vida misma te pone situaciones en las que tienes que enfrentar realidades y tomar decisiones. Qué difícil se vuelve entonces darte cuenta que, si bien el rumbo final no lo conoces,sí tienes en tus manos un timón y la dirección de su curso. Llegan momentos en los que la vida te llama a hacerte "consciente". Así, tal cual. Te detiene en seco, te acorrala y te hace poner pausa a la inercia de tu ajetreo cotidiano. ¿Quién eres? ¿Cuáles son tus límites? ¿Qué tan congruente eres contigo mismo? ¿A dónde quieres llegar? ¿Qué estás haciendo para alcanzar ese objetivo? Tarde o temprano estás obligado a responder a estas preguntas.  Decir o no la verdad es directamente proporcional al querer ser honesto o no con la única persona que no puedes engañar: TÚ. Retomo una cuestión de Mario Benedetti en uno de sus poemas: "¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?"