AUSENCIAS

Esa sensación la envuelve de nuevo.

Lo hace cada vez que percibe ese aroma familiar que no olvida.
O cuando las calles insistentes le sacuden el polvo a su memoria.

Nada detiene entonces su pensamiento.
Ése que al verse libre emprende un viaje abrupto a una realidad inexistente.
A un sitio donde ella sin saberlo lleva todo lo que parece lastimarle.

Ahí guarda latentes un sinfín de instantes vividos.
Se sorprende cuán intactos se conservan, cubiertos quizá por un velo suave, efecto del tiempo transcurrido.

Sin saber cómo, se topa con la claridad de su melancolía.
Con esa sonrisa que tanto extraña y esa voz que ya no escucha.

De pronto un abrazo del 'aquí palpable' la captura.
La trae de regreso a la dimensión donde vive la ausencia...
donde la aceptación teme nunca hallar un sitio cómodo.

Ella continúa su andar y logra apaciguar su corazón inquieto.
En el fondo sabe que, a la menor provocación, su mente volará de nuevo tras un suspiro perdido.


Una sensación que permanece...
                              una necia sensación que no ha partido.